Agosto tiene ese aire particular que mezcla frío y ganas de quedarse en casa, pero también una energía social que invita a compartir. Es el mes de los asados de invierno, de las cenas con amigos que se estiran hasta la madrugada, de esas tardes de café que se convierten en charlas eternas. Y cuando el encuentro sucede puertas adentro, el comedor se transforma en el corazón de la casa.

 

No se trata solo de lo que se sirve en la mesa, sino de cómo se recibe. Cada anfitrión tiene su sello, su manera única de hacer sentir bien a quienes llegan.

 

Está el planificador meticuloso, que organiza cada detalle como si fuera un pequeño ritual: la lista ya escrita, el menú listo antes de que suene el timbre, la mesa puesta con precisión y la playlist esperando su momento exacto. Disfruta tanto del proceso como del resultado.

preparacion de cena en comedor estilo nordico

 

Por otro lado tenemos el anfitrión relajado, ese que abre la puerta con una sonrisa y un “pasá cuando quieras”. No se preocupa si algo se quema, porque para él la magia está en la compañía. En invierno, suele recibir con la comida calentita, una luz cálida y una sobremesa que nadie quiere terminar.

reunion social en living minimalista

También está el facilitador social, un verdadero maestro en unir a las personas. Sabe quiénes todavía no se conocen, se acuerda qué no le gusta a cada uno y hace que todos se sientan cómodos, como si estuvieran en su propia casa.

reunion- amigos en living

Y, por supuesto, el anfitrión creativo, que hace cada encuentro un momento espacial. Piensa en cada detalle : un menú que sorprenda, una decoración que no pase desapercibido. Puede servir un guiso casero en vajilla antigua, bajo una guirnalda de luces, y hacer que la noche se sienta única.

living minimal-preparacion de cena

 

En Belgrano Home creemos que el comedor también habla de vos. Por eso diseñamos mesas a medida , aparadores que guardan tus cosas más preciadas y espacios que acompañan tu manera de vivir.

Este agosto, animate a ser el anfitrión que querés ser. No importa si preferís las charlas improvisadas o las veladas cuidadosamente planificadas; lo importante es que tu espacio esté listo para recibir como a vos te gusta.

Porque, en el fondo, el calor del invierno también se sirve en la mesa.